martes, septiembre 02, 2008

AirMail

En el tempo de los deseos
No tengo nada que pedir
se me han concedido varios
sin haber estado ahi

Tengo espacio propio
soledad, mucha risa
calor y frío
dolor y mas dolor

En el templo de los deseos
abundan los desesperados
los alevosos y los convenencieros
los incautos

aquí tengo mi espacio
un mundo tan grande
que a veces me cuesta caminarlo
en ocasiones me canso
y me siento a contemplar la tarde o la mañana
segun sea el caso

En el templo de los deseos
abunda los adictos
el anonimato y las falsas esperanzas
los espejismos y las alucinaciones

a mi me encanta mi mundo
por que lo puedo cubrir de chocolate y ceresas
lo puedo transformar cuando desee
me puedo reinventar
sin temor a la critica
puedo romper mis propias reglas y metas
y tengo el placer de saber que tengo derecho al sol y las estrellas
tanto como cualquier mortal

En el templo de los deseos
no se toca, no se mira
no se siente, no, no
se desea pero nunca se merece
se idolatra la mentira y se peca con el dolor ajeno
con el bien propio
se pasa por encima del reflejo
y se rompen los espejos

Mi mundo soy yo,
un jardín de frutas exóticas
frescas y deliciosas
sembradas por mi
con suficiente calor
para regalar a la gente que me quiere
a las personas que no darían la vida por mi
pero que no me la quitarían.

Mi mundo hoy vuela
y se despolvorea
de polem en las sonrisas
de las mas hermosas almas apasionadas
con el placer de vivir la vida
en armonía y en equilibrio con el querer.

Germán Diego.

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