El viento se extinguia entre el transito del cuello y las puntas de su cabello negro azabache, eran pasos desnudos de pies vestidos de arenilla de mar........
Nuevamente el vapor escapaba de su cuello y la brisa sé lo llevaba en Un vuelo breve y efimero, donde los bosquejos de los deseos se derriten y caen en los pliegues de las olas del Pacifico mexicano.
A la distancia, una melodía de miradas que se saludan a lo lejos empiezan el cortejo desde fuera hacia dentro, donde las almas se conectan con esa magia delicada donde se acarician sin nombres, sin piel, solo con Un poco de sal evaporada en brisa de mar envuelta de mensajes de pasión al borde de una mirada viva entre dos aromas, esa extraña comunicación perdida con los sentidos que tal vez hace miles de años tuvimos en este mundo.
Ella salió de su luto oscuro y sin sentido donde el idioma italiano sé transforma en dulces gotitas de agua de coco.
El, con el cuello todavía con claras huellas de la cuerda con la que estuvo al borde del suicidio imaginario.
Salieron a caminar al mar, cargando todo lo malo, que deseaban se lo llevara el viento, las olas del mar o como minímo, enterrar en la arena de la playa bien ondo tanta amargura y decepción guardados en heridas de puñaladas en la espalda a la altura del corazón.
Sus pasos terminaron perdiéndolos en la alta Tarde, en sentidos contrarios sé podia predecir un inminente choque de culturas, tiempos y pensamientos.
El Oceano pacifico mexicano el mes de Mayo tiene mareas altas, mar de fondo, lo cual hace que sé formen paredones de arena de hasta metro y medio.
--Nunca recuerdes tiempos felices, porque seguro no dejaran fluir tus momentos actuales--
El mar rugía como pocos días al año, evitaba escuchar nuestros propios pensamientos y la Tarde interpretaba una melodía casi a dueto con la noche.
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