Regreso al preciso instante donde todo era parte del cielo y del infierno y el aire tan sentido que se podía beber por los poros de la piel
En una madrugada las melodías de la lluvia y el aldente en los sueños hechos de realidad sin pedirlos, anuncian otro destello de victorias.
Es decir; las madrugadas no pertenecen totalmente a la orfandad de nuestra noche sino al nacimiento de un nuevo respirar.
Germán Diego.
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