Un abrazo frío pensado en perspectiva exponiendo las flores de los árboles del aguacate y los limoneros
Con la temperatura calando la piel que se ayuda de lo que puede para soportar el titiritero del alma.
Un sazón al mediodía de caminata por la acera soleada descubriendo recetas fallidas para detener este frío con olor a Diciembre y con sabor al Invierno.
Un montón de sueños congelados buscando alas y ganas de volar ente tantas nubes de luces navideñas.
Posadas con un toque de barrio, piñatas en boca de los niños y muchos detalles artesanales que saben dar vida y fe a esta cultura del frío que se mete por las costillas y se queda por las palmas de las manos.
Germán Diego.
México.
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