domingo, diciembre 10, 2006

Latido navideño















Y por fin se llego la cosecha para sacar un poco de dinero que por lo general se tiene ya gastado con compromisos adquiridos desde mucho tiempo antes para satisfacer una vida simplona y sin chiste a los ojos del pueblo chico infierno eterno.
El trabajo del campo es arduo y extremo a veces hasta llega a caer en lo esclavizante, mi primo el tita o bugy (no me aprendí su nombre) es un mulato como tres veces mas moreno que yo que se avecindo hace ya algunos años en Toluca para trabajar y hacer vida, ya que como todo buen costeño no esta a gusto sino emigra por lo menos algún tiempo a un lugar frío y alejado como la capital del Estado de México de la cual se tubo que regresar huyendo a la Costa Grande por su temperamento y casi estoy seguro de alguna pelea o peleas debido a lo atrabancado y explosivo de su carácter.
El día de la cosecha empezó para mi muy temprano digamos a las cinco de la madrugada y se extendió hasta altas horas de la tarde, dando vueltas de aquí para aya y transpirando el agro mexicano a nivel del mar, casi no hablamos mas que cometarios que nos hacemos cuando por azares del destino nos toca trabajar a puros hombres, comentarios en relajo y a veces un poco cayendo en lo torpe e insípido, entrada mas la tarde mi primo tita me insinuó algo referente a un préstamo a lo cual no puse mucha atención por todo el peso de la responsabilidad que me cargaba encima ese día, cuando se acabo el día cansados y debajo de la sombra de un mango manila me recordó lo del préstamo a lo cual respondí con suma curiosidad por que motivo insistía tanto en ello si de por si ese día con la paga tendría para comer por lo menos una semana, me respondió que el dinero del día y algunos prestamos sin V de vuelta tipo donativos que el pedía eran para ir a conocer a su bebe de apenas días de nacido en Toluca y que por digamos problemas técnicos por aya, no había podido estar en el parto acompañando a su mujer.
Me saque del bolsillo, ni mucho ni poco algunos pesos, los únicos que me quedaban y se los obsequie diciéndome a mi mismo, que mas da, estos días antes de que me paguen la cosecha y tirar el dinero no habrá refrescos de cola y botanas ni chocolates para mi tal vez ni siquiera Internet en el ciber del pueblo pero si existirá un padre que conocerá a su sangre en Navidad y eso para mi es un latido fuerte y bello de lo que de verdad significan estas fechas.

3 comentarios:

Adriana dijo...

.....diría yo que lo que sacaste del bolsillo,fue tu corazón.

Beba Newmann dijo...

Feliz navidad para los hombres de buena voluntad

GERMÁN DIEGO dijo...

Marysol .......diría yo, un latido del corazón.
muchas gracias por inaugurar los comentariosen este espacio.

Bety gracias por tus buenos deseos y felices fiestas navideñas para ti y todos los tuyos.