Estaba parado en el tren sostenido del tubo superior del vagón, había un poco de gente digamos un 70% de lo normal, de repente sentí la presencia de alguien intentando pasa detrás de mi, al mismo tiempo de sentir un jalón fuerte, me hice un poco hacia atrás por que ella una chica castaña con piel dorada y cara bonita mas o menos de unos 28 años se había atorado con su reboso de volitas con mi mochila azul, pensé que nos desatoraríamos fácil y sin embargo no lo fue, nuestros dedos se tocaron en un frenesí de intentar liberarnos hasta que ella tomo la iniciativa y me dijo con voz fuerte pero amable. Yo, yo la desato, tardo 10 segundos y pidió perdón, al mismo tiempo que mismas disculpas terminaban de separar para siempre la conversación, siguió hasta donde dos chicos con pinta de EMOS la esperaban y bajo tres estaciones después.
El destino y las coincidencias son solo eso y no significó nada, ya no hubo fantasías ni falacias hacia mi ego, simplemente seguí mi camino y me hubiera encantado que el destino me premiara y me tratara bien por tan solo una temporadita, de todos modos lo disfrute y tan felices, contentos, desconocidos, desenredándonos de nosotros mismos, resistiéndonos al destino que nos hemos neceado en creer.
Ger.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario