miércoles, julio 16, 2008

Desatado

Episodio I

Quetzalcoatl


La justa existencia de una persona bajo sus propias riendas, es la verdadera libertad y felicidad.
Germán Diego.

Quien transgrede las riendas de la vida de alguien por medio de la mala fe heredara la cosecha.
Germán Diego.

El amanecer fue un poco descanzado, aparentemente parecía un día nublado pero a los cinco minutos de abrir los ojos se fue dibujando en sombra de la barda alta que limita la vecindad de dos predios la luz del sol, decidir tomar café cargado y algún pan olvidado por alguien en la mesa de la cocina, al voltear y de un solo movimiento vertiginoso vi una sombra oscura entre gris y negra atravesar varias veces la puerta y la ventana de la Sala comedor, como soy un profundo conocedor de los efectos visuales de la gran ciudad, casi, casi creí estar seguro que pudo haber sido la sombra de algún avión o un helicóptero citadino haciendo convergencia su camino y mi casa con la luz del sol, no io ruidos por que estaba el noticiero de la tele a un volumen regular.

Al salir de la casa, note la presencia de alguien en la banqueta y para dejarlos pasar me hice a un lado pero ahí se quedaron, eran dos personas vestidas de negro, se veían clase medieros un poco intranquilos en sus movimientos pero su mirada era fría y muy pero muy vacía. seguí caminando pero recordé un episodio horrible que me ocurrió en el camino de regreso de la casa de mi hermano de noche, dije, ya valió madre, ¡La Rata! pero en mi calle, me sonaba yo mismo a imposible ya que no es por darse las desear pero mi colonia y calle están en el barrio mas tranquilo y seguro del país diría yo, recordé como en aquella noche los asaltantes subieron al camión y gritaron, Ora si hijos de la chingada! ya valió madre! vamos a desviar el camión y voy a matar al cabrón que se me ponga al pedo!,....... una niña que iba a mi lado empezó a llorar y a temblar, la abrace y le dije que no pasaba nada por fortuna esa vez las ratas ni me pelaron, tal vez o mas seguro por la niña, que ya pensándolo bien los puso nerviosos con sus llantos y gritos o simplemente se conmovieron en ese lodazal que tienen de alma y tal vez se acordaron de sus hijos o de algún sobrino.

Al voltear la calle seguían detrás de mi los dos tipos pero ya a una distancia mas considerable, como si algo los hubiera detenido, caminé las tres calles de rigor y espere la combi de transporte colectivo, le hice la señal de alto o parada (sin albur) y al voltear vi que los dos tipos estaban en plena y franca lucha campal con unas personas que casi no podía ver porque los mismos tipos de negro me bloqueaban, se me hizo bastante raro que la gente que pasaba por ahí no los veía o mas bien no los quería ver, se me hizo curioso.

Acomode mi cámara fotográfica y mi mochila con los clásico de elementos de colgar como el celular, llaves, cartea y chicles, ya no mire atrás, cuando llegue ala estación del metro de la línea “A” Santa Martha, decidí observar el reflejo de los vidrios de las boleteras y estaba otra persona con un paraguas y abrigo medio medieval vestida de ropas negras y grises oscuros, de tez blanca y alto como de uno ochenta y cinco, no le hice mucho caso y compre algunos boletos, los recorte y al depositar el ticket en el torniquete de la entrada el tipo entro por la puerta de discapacitados y personas de la tercera edad sin enseñar ninguna identificación. hubo algo que me molesto de sobremanera, aparte de que el personaje se puso en la misma linea de fuego entre una morenita bastante potable y yo, por mas que la quería ver porque la chica tenia unas formas bastante exuberantes, resulto que yo era el único que no la podía mirar directamente, todos los demás si y mientras se daban un atracón y un tacote de ojo, yo simplemente nomas no podía verla por el tipo de negro, al parecer de perfil parecía mas nacho y grande de su tamaño natural, lo rarón es que no notó que yo casi le mentaba la madre por no dejar ver esa pielecita que estaba bastante suculenta!! casi, casi le decía con la vista ¡Quítate wey! pero el tipo se me hizo de los clásicos que no saben ni que onda pero bien que estorban.

Por fin llego el vagón y lo aborde, molesto e impotente de no ver a la gatita, me puse los audífonos del teléfono y me perdí un poco de todo,entre ojos observe algo que ahora me suena lógico, la muchacha ya no estaba y al tipo tampoco lo vi hasta que como a la tercer estación siguiente se subió otra mami de no tan mal ver y el tipo apareció y ¿adivinen? también la bloqueaba de mi vista.


el día transcurrió muy rápido y ya sin tantas casualidades ni cosas raras, se hizo tarde y de regreso a casa a punto de descargarse por completo la pila del teléfono decidí dejar de escuchar música, el regreso ya un poco cansado y tedioso pero la la vez lleno de interrogantes por las nuevas fotografías dejo de ser aburrido cuando........




Ojo esto se esta escribiendo al paso, tal vez en la tarde o mañana por la mañana lo termine, es solo ficción, cualquier parecido con lo real es mera coincidencia.



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